Tras un período de tiempo en el que quienes formamos parte de este proyecto hemos estado sumergidos en labores militantes, volvemos a la carga con un nuevo artículo. Tras un verano caliente en nuestro país, con la expropiación de alimentos del SAT y las exitosas marchas obreras, nos espera un otoño menos frío.
En este contexto, nos encontramos con una juventud trabajadora andaluza que, sumado a la precariedad laboral, la militarización y el paro, tiene que afrontar una sistemática elitización y mercantilización de la educación pública. Sobre estas problemáticas endémicas, y en concreto sobre la lucha estudiantil en Andalucía, trata el artículo del camarada Cristóbal García Vílchez titulado “El papel de la juventud independentista andaluza”. Un tema de actualidad que toma importancia con los últimos movimientos a escala estatal que están llevando a cabo organizaciones estudiantiles y juveniles de los diferentes Pueblos subyugados al Estado en la plataforma “11 x 12”, que ha convocado una huelga general estudiantil el próximo 11 de octubre. Desde Pueblo Trabajador Andaluz nos posicionamos a favor de la construcción de un referente de lucha estudiantil que tenga como bases la lucha por la liberación nacional de Andalucía y la emancipación de la clase obrera andaluza. Una juventud no organizada es una juventud destinada al fracaso.
Además, este mes incluimos en nuestra videoteca el documental "Terra Lliure, punt final" dedicado al análisis de esta organización armada catalana. Ahora que España se rompe por sus costuras y la catalanofobia está más vigente que nunca para "salvaguardar la unidad de la patria españolista y su unidad de mercado", es oportuno revisar las expresiones más rupturistas de la izquierda independentista catalana. Desde el colectivo editorial de este blog por el Pueblo Trabajador Andaluz esperamos que el pueblo trabajador catalán y su vanguardia política superen la consigna actual de Cataluña como "un nuevo estado de Europa" a Cataluña como "un nuevo estado socialista del Mediterráneo occidental".
El
papel de la juventud independentista andaluza
En este texto se tratan
aquellas problemáticas que, afectando en general al Pueblo Trabajador Andaluz,
se expresan en particular en la juventud andaluza, sector poblacional que debe
llegar a constituirse en motor básico y principal de toda transformación nacional
y social en Andalucía. Echando en falta análisis específicos en base a ópticas
independentistas y socialistas, resulta necesario trabajar para marcar nuestros
propios ritmos de lucha a través de estudiar, analizar y posteriormente
establecer unas estrategias que se plasmen en la práctica diaria de la juventud
organizada.
El
hecho colonial en Andalucía
Resulta fundamental tener en
cuenta el hecho colonial andaluz para siquiera cuestionarse la realidad que
concierne a nuestro Pueblo. De hecho, se establece como norma desde ciertos
individuos o colectivos aceptar e interiorizar la mentalidad colonial en sus
propios análisis, lo que lleva irremediablemente a errar en la teoría, y de
forma mecanizada en la práctica. Además, como jóvenes, vivimos bajo la influencia
de la mentalidad del ocupante, mentalidad que no es casual sino que viene
introduciéndose bajo el amparo de las instituciones y las herramientas de
adoctrinamiento del Estado Español durante siglos. Nuestro trabajo, como
jóvenes, no puede ni debe consistir en reproducir o imitar aquellos procesos
que se desarrollen en territorios o realidades ajenas a la nuestra, y esto es,
a Andalucía y al devenir histórico del Pueblo Trabajador Andaluz. Ni siquiera a
imitar o asimilar modelos o experiencias que pudiendo resultar ventajosas o
productivas bajo otras circunstancias y estado de cosas, no son de ninguna
manera una guía para el estudio y la acción en un país con características
culturales, sociales y económicas específicas y exclusivas, que no siendo coyunturales,
tienen su origen en la situación neo-colonial y en el sometimiento a un Estado
impuesto y a unas pautas socio-económicas que hunden a nuestro Pueblo y a la
juventud en la precariedad y la marginación. Es por ello, imprescindible y
urgente, que quienes tomando como referencia nuestro país y nuestra clase, que
no puede ser otra que la clase obrera andaluza, actuamos sobre un marco de
actuación definido que nos obliga a realizar análisis y praxis en Andalucía,
por andaluces y andaluzas, trabajadores y trabajadoras, estudiantes y jóvenes.
Ése es el principio de todo, y no tener en cuenta este factor determinante
puede dar lugar a situaciones como mínimo contradictorias en el seno de la
Izquierda Soberanista Andaluza.
La
juventud independentista andaluza y las políticas de alianzas
Consecuencia de la política
de alianzas entre los y las jóvenes que se organicen en la juventud
independentista andaluza es lo anteriormente expuesto. Como jóvenes
sometidos/as y subyugados/as al Capitalismo y a España no podemos concurrir en
análisis o métodos con organizaciones que tras consignas “internacionalistas” y
“antiimperialistas” niegan el hecho colonial andaluza y sobre todo y ante todo,
no cuestionan el carácter imperialista y negacionista que supone España, así
como su estatus de cárcel de pueblos y personas. Bajo premisas “socialistas”,
republicanas, unificadoras, etc… se pretende confundir a la juventud andaluza,
y lo que es más perjudicial; se desvían a cauces españolistas las luchas
juveniles andaluzas hacia parámetros e intereses ajenos a nuestra realidad y
circunstancias específicas. No podemos, ni debemos, fomentar y potenciar el
discurso españolista y “solidario” que el españolismo de izquierdas o de
derechas del régimen viene predicando e imponiendo en nuestra tierra. Es
absurdo que el denominador común no sea la organización y lucha en Andalucía
entendiendo a ésta como el marco natural de relaciones sociales y económicas de
nuestro Pueblo, y que en cambio sí lo sea el carácter “marxista” de algunas organizaciones
que de forma dogmática y sectaria utilizan según qué consignas para sus propios
intereses partidistas.
Mientras el españolismo
“izquierdista” se marca como objetivo una República Federal o Confederal
Española, recurren al “derecho de autodeterminación” para tratar de justificar
lo injustificable, y esto es, la unidad de la clase obrera en torno a unas
fronteras artificiales y a una bandera que no es la del proletariado, sino la
del españolismo genocida e imperialista. Si queremos liberarnos de las cadenas
imperialistas, no lo haremos cambiando de cadenas monárquicas por las
republicanas. Si queremos fortalecer el movimiento juvenil andaluz claramente
independentista y antiimperialista, nuestra misión debe ser construir la unidad
anteponiendo ésta a antiguas disputas o rencores individualistas que no suponen
más que el letargo y anulación de las necesidades de organización y
coordinación de los y las jóvenes comprometidos y comprometidas con la causa
independentista y socialista en Andalucía. El españolismo, por el mero hecho de
defender unas fronteras artificiales y de reclamar como propia una historia
construida en detrimento de los Pueblos Trabajadores, su presente y futuro, no
es ni será jamás un componente más de nuestra lucha, sino una herramienta más
al servicio de los intereses de la burguesía y el capitalismo. Considerar a
quienes niegan a Andalucía y se organizan en torno a España como posibles
aliados/as y/o “compañeros/as” supone obstaculizar el desarrollo de la unidad
soberanista y anticapitalista en Andalucía y confundir a la propia juventud
ante la cuestión nacional y social.
La
cuestión estudiantil en Andalucía
El estudiantado andaluz
tiene ante sí una situación histórica, y su papel en la misma es decisivo para
el desarrollo colectivo de futuras generaciones. Todos y todas sabemos que el
actual Sistema Educativo Español, no es más que la Educación del Sistema, es
decir, una adoctrinación sobre valores burgueses, racistas, machistas y
españolistas que no hacen más que alienar y mermar la capacidad constructiva de
la juventud andaluza. Independientemente de si apostamos por lo “público” o por
lo privado, debemos de cuestionar las propias bases sobre las que se construye
tal “educación” y nuestro papel dentro de su desarrollo y sustentamiento. Para
llevar a cabo tal tarea, se hace necesaria la creación de estructuras
organizativas que atendiendo a las peculiaridades históricas que han marcado
esta cuestión en nuestro país, elaboren estudios precisos para poder combatir a
ésas instituciones y al estado de cosas a través de fórmulas específicas,
revolucionarias, insumisas y anticapitalistas. Y por supuesto, estableciéndose
dentro de nuestro marco natural de actuación, que es nuestro país, donde se
desarrollan las políticas educativas coloniales de forma particular a la de
otros pueblos.
Ante la cuestión
organizativa, habría que tener claro que, ante todo, somos estudiantes y los
proyectos que se generen, deben serlo y desarrollarse de forma autónoma a otras
estructuras ajenas a la realidad estudiantil y su propio curso. El estudiantado
andaluz, por el mero hecho de serlo, no se puede organizar en organizaciones o
sindicatos de obediencia estatal, ya que desviará las miras y nunca podrá
resolver los problemas del estudiantado andaluz que se generan por las
contradicciones capitalistas y coloniales desarrolladas en Andalucía. De igual
forma, un/a estudiante no es ni puede ser un/a trabajador/a, a saber, que un
trabajador o trabajadora es aquél o aquella que vende su cuerpo como fuerza de
trabajo por verse obligado/a para poder sobrevivir. Que un/a estudiante trabaje
de forma esporádica por según qué condiciones, no supone que de hecho se
convierta en un/a trabajador/a. El y la estudiante viven y llevan a cabo unas
tareas diferentes a las de los y las trabajadoras. En consecuencia, un/a
estudiante, como tal, no puede organizarse en un sindicato de trabajadores/as,
porque, como aclaraba antes, un estudiante no es un trabajador, como una
trabajadora no es una estudiante.
He aquí la necesidad de
crear y trabajar para el desarrollo de herramientas específicas para el
estudiantado andaluz, de dotarnos de una organización o sindicato estudiantil
que se estructure de forma independiente, horizontal y asamblearia, teniendo
como bases ideológicas y fundamentales la lucha por la independencia y el
socialismo en Andalucía y la destrucción del Sistema Educativo Capitalista y
sus cánones de enseñanza. En otros países ya trabajan en este sentido, como
ejemplo el SEPC en Cataluña, País Valenciano y las Islas Baleares, la Liga
Estudantil Galega en Galicia o la Coordinadora de Estudiantes Castellanos en
Castilla. Son organizaciones con una trayectoria de la que podemos extraer
algunas cuestiones fundamentales para la organización del estudiantado andaluz
que lucha por la liberación nacional y social de Andalucía. No se trata de
imitar, sino de analizando otras realidades, tratar de profundizar y hacer
énfasis en la necesidad de organización para la juventud andaluza comprometida
con nuestro Pueblo y nuestra clase. De no prestar atención a esta cuestión,
seguiremos repitiendo las consignas estatalistas de sus sucursales en Andalucía
y desviaremos nuestros esfuerzos y luchas hacia intereses reformistas y que no
van hacia la raíz de la enfermedad, sino a su desarrollo.